lunes, 13 de diciembre de 2010

Diabetes y sexualidad

El placer genital puede verse alterado por el hecho de tener diabetes.

En las mujeres puede provocar vaginismo y falta de deseo sexual, en los hombres impotencia, la diabetes transforma todas las esferas de la vida de una persona, inclusive su sexualidad.
Las personas diabéticas tendrán que empezar a vigilar su dieta, a hacer más actividad física y a someterse a controles para evitar complicaciones.
Pero esos son solo unos de los cambios, ya que la angustia y los problemas circulatorios provocados por la enfermedad pueden causar disfunciones sexuales en los diabéticos que no les permitirán el goce pleno de sus relaciones íntimas. 
La sicóloga Kattia López admite que es probable que el placer genital se vea alterado por el hecho de tener diabetes.
Y es que la diabetes afecta de manera distinta a hombres y a mujeres, sin embargo ambos deben de tener en cuenta que, además del coito, una relación sexual integral incluye la aceptación de uno mismo, el afecto por la pareja y el placer no genital.

Respuesta femenina
López recuerda la vez en que atendió una señora con grados altos de glucemia y que, a pesar de los controles médicos, no mejoraba su condición.
Para la paciente de López, muchos factores en su vida se unieron al diagnóstico de la diabetes y la llevaron a un estado de depresión profundo.  Debido a la angustia y la ansiedad ella no tenía una vivencia total de su sexualidad porque se percibía a sí misma como un “cuerpo enfermo” según explico López.
En estos casos el trabajo del psicólogo debe empezar a enfocarse en construir y fortalecer los otros aspectos de la sexualidad como el fortalecimiento de lazos afectivos con la pareja, ya que el apoyo familiar es el primer requisito para quitar la culpa en las personas diabético-depresivas. 







Pesadilla masculina
Por su parte los hombres no están acostumbrados a hablar de lo que les duele, pero son ellos quienes más se quejan de disfunciones sexuales relacionadas con la diabetes.
Los problemas circulatorios resultado del padecimiento, hace más difícil que ellos consigan una erección en el acto sexual, lo cual les provoca vergüenza e insatisfacción en su compañera.
Aquí entra de nuevo el apoyo de la parejas, y el fortalecimiento de la sexualidad en todas sus esferas, como la aceptación del propio cuerpo, el placer no genital y la creación de vínculos afectivos.
La disfunción eréctil o impotencia producto de la diabetes, pudo haberse formado por un descuido de los hombres hacia su salud. La falta de control agrava el problema inicial.


Tratamiento:
  • Los lubricantes a base de agua son la mejor opción para evitar relaciones dolorosas por la deshidratación de la vagina.
  • Búsqueda de apoyo en la pareja, familia y/o ayuda profesional mejorará su aceptación de sí misma.


miércoles, 1 de diciembre de 2010